Santander, más allá del cañón: 3 pueblos patrimoniales para redescubrir la historia
Desde calles de piedra amarilla hasta climas de seda, el departamento ofrece destinos que son verdaderas joyas de la arquitectura y la tradición colombiana.
Santander es conocido mundialmente por sus deportes extremos y el imponente Cañón del Chicamocha, pero entre sus montañas se esconden municipios donde el tiempo parece haberse detenido. Si está buscando un plan que combine historia, arquitectura y paisajes inolvidables, estos son tres pueblos imperdibles para visitar este fin de semana.
1. Barichara: El "Pueblo más lindo de Colombia"
Ubicado a solo 20 minutos de San Gil, Barichara es Monumento Nacional desde 1978. Su magia radica en la homogeneidad de su arquitectura: casas de tapia pisada, techos de teja de barro y, sobre todo, la piedra amarilla que adorna sus calles y su imponente catedral.
- El plan: Recorrer el "Camino Real" de Lengerke, un sendero de piedra restaurado que conecta a Barichara con el corregimiento de Guane en una caminata de aproximadamente dos horas llena de fósiles y paisajes áridos.
- Imperdible: Visitar los talleres de los picapedreros locales y el mirador del Salto del Mico para ver la puesta de sol sobre el cañón del río Suárez.
2. Zapatoca: La ciudad del "Clima de Seda"
En lo alto de la montaña se encuentra Zapatoca, famoso por tener uno de los climas más agradables del país. Es un destino que mezcla la riqueza colonial con una oferta natural envidiable.
- El plan: Explorar la Cueva del Nitro, una formación subterránea que sirvió de refugio a los indígenas Guanes, y subir al Mirador Los Guanes para apreciar la majestuosidad del cañón del río Sogamoso.
- Imperdible: Caminar por sus calles amplias y visitar el Museo del Quijote, que alberga una curiosa colección artística dedicada a la obra de Cervantes.
3. El Socorro: La cuna de la libertad
Para entender la independencia de Colombia, hay que pasar por El Socorro. Fue aquí donde se gestó la Revolución de los Comuneros. Su centro histórico respira patria y sus construcciones evocan la importancia que tuvo esta villa en la época virreinal.
- El plan: Visitar la Basílica Menor de Nuestra Señora del Socorro, una de las construcciones en piedra más grandes de Colombia, y la Casa de la Cultura, donde se narra la historia de Manuela Beltrán y Antonia Santos.
- Imperdible: Probar la gastronomía local y disfrutar de un café cultivado en las haciendas cafeteras de la región, reconocidas por su alta calidad.
Tres destinos, tres climas y tres formas distintas de vivir el patrimonio de Santander. ¿Cuál será su próximo destino?